
Actualmente en la última información
que pude conseguir por medio del área de transparencia de la secretaria de educación
pública del estado se tienen 71 universidades de las cuales 47 son particulares
siendo esto el 66%. Aun así no superan en matricula a escuelas publicas de educación
superior, pero no están lejos de hacerlo, en el 2000 la matricula en escuelas
de nivel superior las públicas tenían el 58% y las privadas el 42%; en la actualidad ocupan el 56% y 44%
respectivamente, lo cual refleja un bajar en la educación pública y un aumento
en la privada a consecuencia de la falta de espacios e inversión en la primera.
En el 2010 fueron 18 363
estudiantes los que egresaron de la media superior y apenas 7 943 estudiantes son los que logran entrar a
una escuela pública de educación superior cifra que representa un 44% de los
egresados del bachillerato-¿Qué pasa con los demás?- con lo cual obliga a la gran mayoría de esos jóvenes
a estudiar en escuelas particulares de las cuales muchas carecen de un nivel académico
aceptable, otros a esperar un año para volver a presentar o de plano por el
escaso nivel económico de su familia entra a trabajar y abandonar los estudios
no por gusto si no por necesidad.
La deserción escolar en Yucatán es alta, muchos de los jóvenes según la
última encuesta nacional de la juventud oscila entre los 12 y 17 años los que
dejan la escuela, la gran mayoría deja sus estudios por razones económicas -
cabe recordar que Yucatán ocupa uno de los primeros lugares en pobreza y marginación-
lo que los obliga a trabajar para poder ayudar a su familia.
Por eso es de vital importancia
que las políticas públicas que plantean hoy los candidatos su eje principal sea
la educación, que herramientas desarrollar para evitar que esos jóvenes dejen
de estudiar- tengo en la mente varias que les compartiré en otro artículo-
porque la educación es la única herramienta que puede generar una ambiente de progreso
y bienestar, creando al mismo tiempo una oportunidad de crecer para todos, como
para los que no tienen nada, hasta para los que lo tienen todo.
Invertir en las universidades e institutos de educación
superior públicos es lo mejor que se puede hacer, el que pueda pagar una
universidad privada que la pague, pero hoy por hoy de cada 10 trabajadores en
el empleo formal 7 ganan menos de 3 salarios mínimos al mes, por lo tanto no
pueden pagar una escuela privada, repito no se trata de pelear con la educación
privada pero si debemos de ver que el estado garantice el espacio para todo
aquel que quiera estudiar en una publica, porque la educación no es cualquier
cosa, es el futuro de un país y si fomentamos la creación de escuelas privadas
llamadas “patito” creadas al vapor y con un nivel académico bajo pero que
cuentan con estudiantes (que son los menos culpables) por el simple hecho de que
en las públicas ya no hay lugar; ¿Qué futuro
estamos dejando?.