Cuando decidí tomar el camino de
participar por la presidencia de la sociedad de alumnos del tecnológico de
Mérida sabía que iba ser una tarea
complicada, que no sería fácil, que habría que romper con muchos tabús, muchas
malas costumbres y con esa idea errónea que se tenía de una sociedad
estudiantil, era un cambio de consciencia lo que yo buscaba en mis compañeros porque
considero que es algo que hace falta mucho no solo entre los jóvenes si no en
la sociedad en general.
¿Ha sido un trabajo complicado? claro
que sí, no lo sería si hubiese hecho como muchos acostumbrar hacer el estar
solo sentado en la silla sin hacer nada.
Mucho del trabajo que hemos hecho
a lo mejor no es perceptible porque no es un cambio de forma si no de fondo en
la vida interna del TEC que dará resultado algunos en corto plazo y algunos
otros tardaran mas en dar frutos, pero sin duda alguna esos frutos serán de la
mejor calidad; uno de esos resultados que han empezado a surtir efecto es la
mayor atención y seguimiento que hoy por hoy le dan muchos de los estudiantes
al trabajo que hacemos, cuestionan, exigen o aportan ideas y no faltan los que
abusan, pero es parte del proceso.
Casualmente en estos últimos días
he estado platicando con muchas personas sobre el cómo ven el trabajo que se ha
hecho y las cosas que salieron mal, los errores que se cometieron y los avances
que en definitiva hubieron, y con todos se ha concluido en algo y ha sido en
que se está dando un cambio de mentalidad en los estudiantes del TEC y que es
resultado del trabajo que hemos venido haciendo, porque hoy al ver los
estudiantes que se hacen cosas que antes no se hacían cabe en ellos la
posibilidad de que se pueden hacer más cosas que muchas veces caen fuera de
nuestro alcance pero que aun así nos las exigen o reclaman y eso es prueba
fehaciente de que se han dado cuenta del impacto que puede tener una sociedad
de alumnos cuando se tiene al mando y un equipo que realmente busca trabajar en
beneficio de los estudiantes y la institución, cosa que debería impactar de manera
indirecta en la reflexión que así como a nivel estudiantil exijo, vigilo y
propongo lo debería de hacer como ciudadano ante mis diputados, alcaldes,
gobernadores y presidente. ¿Me molesta que me reclamen, critiquen o exijan?
Claro que no, al contrario me da gusto ver que se involucren y de esa manera me
ayuden a mí y a los que colaboran conmigo a esforzarnos y ser mejores.
En enero cuando yo entregue el cargo podre
decir que fueron los dos mejores años de mi vida, que conocí a muchas personas
valiosas en todo este proceso, gente que colaboro conmigo y que indudablemente
siempre estaré agradecido por el esfuerzo y empeño que le pusieron a esto sin
esperar recibir nada a cambio, solo por el simple hecho de querer ayudar a los
demás, y estoy aun más agradecido con todos los estudiantes que ese 25 de
noviembre me dieron su confianza y que espero no haber decepcionado, me podre
ir con la cara en alto porque sabré que di todo lo que estaba en mis manos para apoyar a los que me lo pedían
o necesitaban, que sacrifique muchas cosas para dedicarme a esto y que no me
arrepiento, que cometí errores lo sé y no me da miedo reconocerlos porque solo
de esa manera se crece, mi intención siempre fue y será ayudar a lo demás, esa
ha sido la formación que he recibido como persona y es en la manera en la que
siempre me quiero desenvolver con honestidad y justicia.
Nuevos proyectos vienen pretendo
seguir en la política es algo que me gusta y apasiona porque como le he
repetido y los seguiré repitiendo no hay nada más satisfactorio para un ser
humano que el poder servir y ayudar a los demás, porque cuanto estás en esto
sabes que esa sonrisa, ese gracias o el simple hecho de saber que pudiste
ayudar a alguien vale más que cualquier cosa, es de lo que se trata la vida el
de saber que pudiste dejar o dar algo de ti a alguien más.
Por lo pronto me queda cumplir
con estos últimos meses de mi gestión y después de eso estoy seguro que nos
volveremos a ver de nuevo en las calles buscando el bienestar social.
