En los últimos años los tianguis han
empezado a proliferar en nuestra ciudad con mayor fuerza dado las condiciones económicas
por las que atraviesa el país y convirtiéndose en muchos casos la única fuente
de ingresos que tenga una familia. Pero es claro que mientras este modelo de
negocio empieza a crecer las mafias entorno a el – sean institucionales o no- también
lo hacen y entonces la cosa se empieza a tornar complicada, y todo por no tener
reglas claras y una normativa que los regule.
Los tianguis no sólo son un
espacio en donde se vendan productos como muchos los ven, si no, que cumplen un
rol social. Son espacios en donde se da el comercio local, se generan las
condiciones para que los vecinos del territorio se empiecen a conocer, y muchas
veces hacen de un espacio público muerto – sea parque o no- un lugar con vida y
con su propia dinámica, pero sobre todo al tener a tantos vecinos en la calle
nos genera una mayor sensación de seguridad.
Sin duda el tema da oportunidad
para:
1.- Empezar a construir un marco
regulatorio que les permita a los dueños de estos pequeños negocios tener
reglas claras del juego y puedan dejar de ser víctimas de los inspectores o coyotes que cobran el derecho de piso
garantizando una seguridad del espacio.
2.- Es la oportunidad perfecta
para que las autoridades junto con los tianguistas construyan un modelo
sostenible de estos espacios, en donde se puedan garantizar las medidas de
seguridad y salud para ellos mismos y para quienes los visitamos, donde los
tianguis dejen de ser simplemente toldos colgados y se conviertan en espacios móviles
y simples pero bien diseñados y que sumen a la imagen del lugar, espacios en
donde no sólo sirvan para el comercio, y verlo como el pretexto ideal para que
ese día el espacio público se convierta en un espacio mixto, en donde la
cultura, el comercio y el deporte puedan desarrollarse en armonía.
Sin duda veo en los tianguis y en
los mercados una gran oportunidad para meter a la ciudad en una dinámica diferente,
en donde cada vez más gente se conozca y fortalezcamos los lazos entre vecinos,
lugares para fortalecer la economía local y que los pequeños productores tengan
la oportunidad de comercializar sus productos, y en donde los ciudadanos nos
podamos dar de nuevo la oportunidad de empezar a vivir nuestros barrios o
colonias, tener un ciudad mas viva.
En una de las colonias en donde
un espacio público se está construyendo con las aportaciones de los vecinos,
una de ellas comentaba que los vendedores ya empezaron a llegar una vez que
vieron los primeros avances y que a ella no le parecía porque sólo iban a ensuciar
el lugar y dar mala imagen. Pero cuando se le explicaron las ventajas que
aportan al lugar estas personas más allá de su negocio, pudo visualizar que la
solución no era sacarlos, que la solución estaba en dialogar con ellos y entre
todos construir las reglas de convivencia para ten
er un espacio público sano y
para todos.
"Las ciudades tienen la
capacidad de proveer algo para cada uno de sus habitantes, sólo porque, y sólo
cuando, son creadas para todos"
Jane Jacobs
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